This portrait depicts José Campos Torres, also known as Joe. Campos Torress was murdered by Houston Police Officers in 1977, the same year that Vincent Valdez was born. His death sparked a radicalization of the Chicano movement in Houston. Dr. Dwight Watson, professor Emeritus at Texas State University, wrote the 2005 book titled Race and the Houston Police Department, 1930-1990: Change Did Come. Here he unpacks the night of Campos Torres’s death after he had already been beaten by police, and arrived at the jail. 

There had been a series of brutal events at the jail and people had died in police custody, and now the people in charge of the jail would not take a prisoner who needed medical attention, and Jose needed medical attention. On the night they brought him in, they refused to take José, saying you need to take him to Ben Taub Hospital or the charity hospital to get him looked at, eell Rather than go to Ben Taub, they take him back to the Bayou, and this time, they call other officers in, as many as six to seven officers I believe ultimately come. And while there, they uncuff him and that’s when the last major fight occurs. Now mind you, José has been way past legally inebriated all day long, and at the end of the last fight that night, José Campos Torres is either pushed or falls into the Bayou.They say “Swim across wetback, and if you make it to the other side, you’re free.” Well, of course he didn’t. He drowned.

The ensuing events see a grand jury indict two officers on charges of murder, and a third on a charge of misdemeanor assault, with two of the other officers receiving immunity. When federal courts picked up the trial on a civil rights violation, three of the police officers were sentenced to a year and a day in prison. Here again is Dr. Dwight Watson:

Well after the federal trial, not the rulings, but after the federal trial where they felt that the officers got slap on the wrist again. All the police officers I talked to, the older ones who came up through the 40s, 50s and were still working in the 90s said, “we serve the elites” and what we do in River Oaks is not what we do in Denver Harbor or in Third Ward or Fifth Ward. And what I learned from that was that the, the stuff I understood about how people in power treat people that are in the criminal justice system, really kinda made me say, somebody got to look into this a little deeper.

When someone is murdered by police, their death often eclipses the life they lived to those who didn’t know them. Here to give a personal recollection of Campos Torres is Richard Molina, nephew of Joe Campos Torres and activist continuing the fight against police violence.

One thing that hasn’t happened, in far as my uncle’s story, is that he hasn’t had the chance to be looked at as a human. He’s become the face of this kind of movement when we think about Chicano activism in 70s and 80s. His death sparked a movement within the Chicano community here in Houston. That kind of solidified his place in that whole movement and there wasn’t really a chance for his full story to be told there wasn’t a chance for stories of the good times and those things to be told. 

And even though he didn’t really get to live long enough to see any of that turn into what it did, he really did inspire a lot of family even beyond what happened to him. He, you know, showed us what it means to stay strong, what it means to use our voice, what it means to speak out against injustice.

MARCELINA 

Este retrato muestra a José Campos Torres, también conocido como Joe Campos Torres, que fue asesinado por agentes de policía de Houston en 1977, el mismo año en que nació Vincent Valdez. Su muerte provocó una radicalización del movimiento Chicano en Houston. El Dr. Dwight Watson, profesor emérito de la Universidad Estatal de Texas, escribió en 2005 el libro La raza y el Departamento de Policía de Houston, 1930-1990: El cambio sí llegó. En este libro, relata la noche de la muerte de Campos Torres, después de que ya había sido golpeado por la policía y llegó a la cárcel.

DWIGHT WATSON

Había ocurrido una serie de hechos brutales en la cárcel y había muerto gente bajo custodia policial, y ahora los responsables de la cárcel no aceptaban a un preso que necesitaba atención médica, y José necesitaba atención médica. La noche en que lo trajeron, se negaron a aceptar a José, diciendo que había que llevarlo al Hospital Ben Taub o al hospital de beneficencia para que lo examinaran.

Bueno, en lugar de ir a Ben Taub, lo llevaron de vuelta al Bayou, y esta vez llamaron a otros oficiales, creo que llegaron hasta 6 o 7 oficiales. Y mientras estaba allí, le quitaron las esposas y fue entonces cuando se produjo la última pelea importante. Ahora bien, José había estado ebrio durante todo el día, y al final de la última pelea de esa noche, José Campos Torres fue empujado o cayó al Bayou. Y dicen las policías “que hay que cruzar nadando ‘mojado’ y que si llegas al otro lado, eres libre. Bueno, por supuesto que no lo hizo. Se ahogó.

MARCELINA 

Los hechos que siguieron hicieron que un gran jurado acusara a dos policías de asesinato y a un tercero de agresión menor, mientras dos de los otros agentes recibieron inmunidad. Cuando los tribunales federales retomaron el juicio por violación de los derechos civiles, tres de los agentes de policía fueron condenados a un año y un día de prisión. Aquí tenemos de nuevo al Dr. Dwight Watson:

DWIGHT WATSON

Bueno, después del juicio federal, no de las sentencias, sino del juicio federal, sintieron que los oficiales solo recibieron un nuevo tirón de orejas.

Todos los oficiales de policía con los que hablé, los más viejos que llegaron en los años 40, 50 y que todavía estaban trabajando en los años 90, dijeron: "Servimos a las élites" y “lo que hacemos en River Oaks no es lo que hacemos en Denver Harbor o en el tercer Distrito o el quinto Distrito. Y lo que aprendí de eso fue que, lo que entendí sobre cómo las personas en el poder tratan a las personas que están en el sistema de justicia penal realmente me hizo decir que alguien tiene que investigar esto un poco más a fondo.

Cuando alguien es asesinado por la policía, su muerte a menudo eclipsa la vida que vivió para quienes no lo conocieron. Aquí para compartir un recuerdo personal de Campos Torres, tenemos a Richard Molina, sobrino de Joe Campos Torres y activista que continúa la lucha contra la violencia policial.

RICAHRD MOLINA

Una cosa que no ha sucedido, respecto a la historia de mi tío, es que no ha tenido la oportunidad de ser visto como un ser humano. Se ha convertido en el rostro de este tipo de movimiento cuando pensamos en el activismo chicano en los años 70 y 80. Su muerte desencadenó un movimiento dentro de la comunidad chicana aquí en Houston. Eso solidificó su lugar en todo ese movimiento y realmente no hubo una oportunidad de contar su historia completa, no hubo una oportunidad de contar historias de los buenos tiempos y de esas cosas.

Y aunque realmente no llegó a vivir lo suficiente para ver que nada de eso se convirtiera en lo que fue, realmente inspiró a mucha familia, incluso más allá de lo que le sucedió. Él, ya sabes, nos mostró lo que significa mantenerse fuerte, lo que significa usar nuestra voz, lo que significa hablar y oponerse a la injusticia.